Si hay una métrica que nos quita el sueño a los creadores es la retención, pero muy pocos deciden atacar este concepto desde el principio.
Da igual si haces vídeos, escribes newsletters, grabas podcasts o eres de vídeos verticales.
Que la gente se quede contigo desde que pulsa “play”, abre tu email o hace scroll, es El Santo Grial.
¿Por qué es tan importante?
En primer lugar, porque si tu audiencia se queda, las plataformas suelen interpretarlo como “esto funciona” y te dan más visibilidad.
Pero para mí, lo más impactante: consigues que los usuarios consuman más volumen de tu contenido y conecten más contigo y tus CTAs.
Aquí van 10 ideas para que tu audiencia no huya, las 3 finales son oro puro.
1. El arranque: pon contexto desde el segundo cero
En YouTube funciona bien empezar explicando de qué va el tema en lugar de lanzarte directamente.
Esto funciona en todo.
Vídeos/Podcasts: Unos segundos para aterrizar a la gente. “Te voy a enseñar algo que me ha funcionado con…” o “Acabo de descubrir por qué tus vídeos no funcionan…”
Newsletters/Blogs: Un párrafo inicial que enganche y deje claro qué se van a llevar. Nada de andarse por las ramas.
Reels/Shorts: Los primeros 1-3 segundos son tu escaparate. Una pregunta directa, una afirmación potente, algo que pare el scroll.
No obligues a tu audiencia a hacer un acto de fe. Si desde el principio saben hacia dónde vas, es más fácil que te compren la propuesta.
2. La estética cuenta
El “look & feel” importa en todas partes.
Vídeos: Fuentes legibles, gráficos cuidados.
Newsletters/Blogs: Diseño limpio, fuentes chulas, buena estructura visual.
Reels/Redes: Coherencia visual, textos que se lean bien, calidad de imagen.
Un contenido que visualmente es atractivo te da ese toque de profesionalidad y respeto por el tiempo de tu audiencia.
Es decirles: “me he currado esto para ti”.
3. Transiciones entre secciones para evitar fugas
En contenidos largos, la gente tiende a irse en los cambios de sección.
Vídeos/Podcasts: Que los cambios de tema sean fluidos o bien señalizados.
Newsletters/Blogs: Usa subtítulos claros, párrafos cortos. Haz que cada sección invite a leer la siguiente. Un “Y ahora verás por qué esto es importante…” puede hacer maravillas.
Cada final de sección es una potencial puerta de salida. Asegúrate de que la siguiente parezca más interesante.
4. El toque de humor con precaución
Un poco de humor puede aligerar temas pesaditos y mantener el interés.
En cualquier formato: Un comentario ingenioso, una anécdota que te saque una sonrisa, un gif bien puesto (en newsletters), o un efecto simpático (en audio/vídeo).
El humor es como la sal: si te pasas se va todo a la basura.
Si lo fuerzas, puede quedar artificial y generar el efecto contrario.
5. Ser cercano, pero sin que suene raro
Si la audiencia aún no ha conectado contigo, contarles que te ha salido un grano en el culo y estás incómodo… puede no ser una buena idea.
En cualquier formato: Primero entrega valor, resuelve un problema, entretén. Y después solo quedarán aquellos que realmente están interesados en saber más. Un punto interesante para soltar tus historias personales.
Un tema del que quizá yo peco un poco es el mostrar demasiado mis errores.
La vulnerabilidad es poderosa, pero como toda herramienta potente, hay que saber cuándo usarla. De todas formas, esto es FailAgain, creo que el nombre me da permiso a hacerlo y a equivocarme, por supuesto.
6. El “mira/lee/escucha hasta el final” no funciona
Si el contenido es bueno, se quedarán. Pedirlo suena cutrecillo, suena a que no te lo lees ni tú.
En cualquier formato: En lugar de pedirlo, crea curiosidad. Plantea un enigma, promete algo que se revela al final, muestra un hueco de conocimiento que vas a llenar.
Tu contenido debe ser la propia razón para quedarse, esto es lo más importante. Que el valor sea tan evidente que no haga falta pedir nada.
7. Analiza las caídas
La analítica es clave, pero no te quedes mirando la gráfica como un pasmarote.
Entiende por qué se van.
Este es uno de los recursos más importantes para entender lo que NO tienes que hacer o repetir.
Has dado con algo que "molesta" o "despista". Si tienes la posibilidad de analizar los puntos de fuga de tu contenido, no dejes de investigarlos.
YouTube: ¿Qué pasó justo antes, durante y después de una caída en retención?
Newsletters: Más complicado, pero puedes mirar qué enlaces no se clican
Podcasts: ¿En qué minuto hay bajadas? ¿Fue un cambio brusco de tema?
Los datos son tus mejores consejeros, aunque a veces son como un dedo en el ojo.
Identificar patrones en los abandonos es lo mejor para no repetir errores.
8. El poder del “pero”
Una de las palabras más poderosas para mantener atención. Cuando dices “X es así, pero…” el cerebro se activa esperando el giro.
En cualquier formato: “La mayoría hace esto… pero hay un problema.” “Parece fácil… pero hay una trampa que nadie menciona.”
El “pero” rompe expectativas y obliga a seguir leyendo/escuchando. Es como escuchar tu nombre cuando estás a punto de irte de un sitio.
9. El efecto espejo: habla de sus problemas, no de tus soluciones
En lugar de “Te voy a enseñar mi método”, prueba “¿Te pasa que creas contenido pero nadie comenta?”
En cualquier formato: Empieza describiendo exactamente lo que sienten. Que se vean reflejados antes de que les cuentes cómo solucionarlo.
Cuando alguien se siente entendido, baja las defensas. Y cuando bajan las defensas, se quedan a escuchar la solución.
10. Estira el chicle del suspense
El suspense hace que el cerebro preste más atención. El conflicto genera interés.
Vídeos/Podcasts: No reveles todo de golpe. Usa la narrativa para generar interés y prometer resolverlo más adelante.
Newsletters/Blogs: Plantea preguntas que responderás más adelante. Crea intriga por llegar al final.
Reels o series de vídeos: Abre con una pregunta o muestra resultado final para hacer que se queden a ver cómo se resuelve o el proceso.
Dosifica la información clave. Convierte tu contenido en una pequeña aventura donde descubrir la siguiente pista sea una recompensa.
Plan de acción para esta semana
Elige tu punto débil. ¿Dónde pierdes más audiencia habitualmente?
Testea una táctica. No intentes aplicar las 10 de golpe. Elige la que más sentido tenga para tu contenido.
Mide sin obsesionarte. La retención perfecta no existe. Una retención mejorada, sí.
Como siempre digo, nada de esto es magia.
Es una mezcla de buena planificación, ejecución cuidada, empatía con tu audiencia y análisis continuo.
Es probar, medir, aprender y ajustar.
¿Cuál vas a probar primero?