El miércoles que viene cumplo 35 años.
Si pudiera meterme en un agujero de gusano y viajar en el tiempo para encontrarme con mi yo de 20 años, me gustaría reflexionar sobre estas 9 cosas.
No es que me arrepienta de nada.
Todo lo que he vivido me ha traído hasta aquí: a tener una agencia, crear contenido que ayuda a otros creadores, y vivir de lo que me apasiona.
Pero hay semillas que me hubiera gustado plantar antes.
No para cambiar el pasado, sino para que germinaran antes.
Porque algunas lecciones las aprendí a base de golpes que quizá no eran necesarios.
Así que aquí van 9 reflexiones que le diría a mi yo de los 20.
1. Te vas a arrepentir más de lo que NO hagas
Las cagadas que he cometido me han enseñado quién soy.
Los proyectos fallidos, las decisiones equivocadas, los "no debería haber hecho esto"... todo eso se convierte en experiencia.
Pero ¿sabes qué duele de verdad?
Los "y si...".
Las oportunidades que dejé pasar por miedo.
Los proyectos que nunca empecé.
Las conversaciones que nunca tuve.
No hacer nada no te protege del fracaso. Solo te garantiza el arrepentimiento.
2. "Todo sirve" no es excusa para conformarte
Sí, mi carrera de Arquitectura Técnica me sirvió... de alguna forma.
Pero siendo sincero: pasé 4 años estudiando algo que no me motivaba 100%, en una universidad que no era lo que esperaba, sin vivir la experiencia universitaria real. Y lo peor de todo, con esfuerzo de mi familia y mío en el proceso.
"Ya me servirá de algo" es la excusa perfecta para no buscar lo que realmente te estimula.
Todo te construye, pero hay caminos que te construyen mejor. Y tienes que buscarlos activamente, no esperar a que aparezcan.
3. Hazte preguntas aunque no tengas respuestas
¿Qué tipo de persona quiero ser? ¿Qué opinión real tengo de mi educación? ¿Qué haría si el dinero no fuera importante?
A los 20 es fácil dejarse llevar.
Hay mil formas de evasión, de pasarlo bien, de no pensar. Y está guay disfrutar, pero disfrutas más cuando sabes por qué haces lo que haces.
No necesitas tener todas las respuestas.
Solo pensar en las preguntas ya es un éxito.
4. Evita perder el tiempo en masa
Diez horas fuera de casa para dos horas de clase.
Prácticas en empresas que no aportan nada.
Formaciones porque "hay que hacerlas".
Perder una tarde está bien. Perder seis meses, no.
Mira atrás en tu vida. ¿Hay bloques de tiempo que están borrosos? ¿Meses que no puedes ubicar en ninguna acción concreta?
Esas son las pérdidas en masa que duelen y que me hubiera gustado evitar.
5. Haz deporte. Estás en tu puñetero prime
Con 35 años empiezas a ver las costuras de tu cuerpo. Normal. Es ley de vida.
Pero entre los 20 y los 30 eres una máquina.
Puedes hacer casi cualquier cosa si estás sano.
Es tu peak físico y no lo aprovechas.
No es solo salud (que también). Es disfrutar de la funda mientras está al 100%.
6. Amplía tus círculos. Es EL momento
A los 20 dejas atrás los amigos del instituto. Entras en nuevos grupos: la uni, el trabajo, las actividades...
Es el momento perfecto para conocer gente. Para entender cómo funcionan otras cabezas. Para aprender habilidades que solo se adquieren hablando con más personas.
Viaja. Aprende idiomas. Métete en actividades grupales. Cada círculo nuevo es una perspectiva que sumas.
Los 20s son para expandirse.
7. Encuentra eso que te hace perder la noción del tiempo
No hablo de videojuegos o series (aunque no hay nada malo en ello).
Hablo de eso que haces y de repente han pasado 4 horas sin darte cuenta.
Esa actividad de la que te sientes orgulloso cuando sale bien. Que aporta valor, aunque solo sea para ti.
Para mí fue el SEO y la creación de contenido. Empezó con un blog de NBA que no monetizaba. Pero ahí descubrí lo que me movía.
No tiene que generar dinero desde el día 1. Pero si pierdes la noción del tiempo haciéndolo, tarde o temprano unirás los puntos y conseguirás algo rentable.
8. La consistencia vence al talento
Conozco genios que no han hecho nada y mediocres (como yo) que han construido negocios y se ganan bien la vida con ello.
Persistir y tener paciencia.
Dos formas de enfrentarte al día a día muy valiosas y que construyen una base sólida para todo lo que venga.
9. Los proyectos paralelos son tu gimnasio creativo
Sweet Hoops, Barbería Online, HolaSEO, Haciendo Cosas... Algunos funcionaron, otros no. Pero todos me enseñaron algo.
Los side projects son donde experimentas sin presión. Donde pruebas ideas locas. Donde aprendes habilidades que luego aplicas en tu trabajo “vida real”.
No todo tiene que monetizar. A veces crear por crear es la mejor inversión.
Mientras escribo esto para mi yo de 20 años, me doy cuenta de algo: muchas de estas reflexiones todavía aplican ahora.
Sigo teniendo que recordarme que la consistencia es clave.
Que los proyectos paralelos me mantienen fresco.
Que perder el tiempo en masa sigue siendo un peligro.
Quizá por eso escribo esto.
No solo para el Guillermo del pasado, sino para el de ahora.
Para recordarme que algunas lecciones hay que aprenderlas una y otra vez.
¿Y tú? ¿Qué le dirías a tu yo de los 20?
Share this post